En cuanto a las conversaciones bilaterales con Cuba en el proceso hacia la normalización, Obama afirmó hoy que se están desarrollando como él esperaba y que nunca pensó que, tras la apertura, la isla "se transformaría inmediatamente, de la noche a la mañana".
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que ya ha recibido de su secretario de Estado, John Kerry, la recomendación sobr
e si Cuba debe salir de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero aclaró que no ha tomado una decisión y, por tanto, no hará un anuncio hoy al respecto.
Obama hizo estas declaraciones a los periodistas en la capital de Jamaica, donde se encuentra en viaje oficial, tras la reunión bilateral que mantuvo con la primera ministra de la isla, Portia Simpson Miller.
"La revisión" de la presencia de Cuba en esa lista, algo que Obama ordenó hacer al Departamento de Estado en el marco del histórico anuncio de diciembre pasado para la normalización de las relaciones bilaterales, "ya se ha completado", según detalló hoy el presidente.
La recomendación de Kerry debe ser revisada ahora por un equipo de la Casa Blanca, que elevará después a Obama sus conclusiones.
"No voy a hacer un anuncio formal hoy sobre cuáles son esas recomendaciones", anticipó el presidente, aunque se da por hecho que la decisión se conocerá en breve y que será favorable a la salida de Cuba de esa lista.
Cuba reclama su salida de esa lista, en la que aparece cada año desde 1982, pero no lo considera una "precondición" para retomar las relaciones bilaterales con EE.UU. y reabrir las embajadas en las respectivas capitales, aunque los expertos coinciden en que sería un paso muy importante hacia la normalización diplomática.
Las razones para mantener hasta ahora a Cuba en la lista -en la que comparte espacio únicamente con Irán, Sudán y Siria- son su presunta acogida a miembros de la organización terrorista vasca ETA y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), además de algunos fugitivos de la justicia estadounidense.
Para sacar a Cuba de la lista, EE.UU. debe llegar a la conclusión de que "durante los últimos seis meses" el país no se ha implicado "en el apoyo, asistencia o complicidad de actos terroristas internacionales", según explicó recientemente Kerry.
Además, es necesario contar con un compromiso del Gobierno de Cuba de que no tiene intención de involucrarse o apoyar el terrorismo en el futuro.
Una vez que Obama anuncie su decisión, debe notificarla de manera formal al Congreso, que cuenta con 45 días para estudiarla y, en caso de desacuerdo, puede presentar un proyecto de ley para tratar de revocar el dictamen presidencial.
No obstante, se mostró confiado en que habrá avances hacia la reapertura de las embajadas y pasos "concretos" este año y el próximo dentro de la normalización bilateral.
En una entrevista exclusiva con Efe antes de emprender este viaje -que también le llevará a Panamá para asistir a la VII Cumbre de las Américas-, Obama destacó que los "cambios históricos" en la política hacia Cuba ya están dando "resultados".
"Hemos visto un aumento en el contacto entre el pueblo de Cuba y EE.UU., y el entusiasmo del pueblo cubano hacia estos cambios demuestra que vamos por el camino correcto", aseguró.
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