El presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, abogó hoy, ante la 70 Asamblea General de las Naciones Unidas, por el combate a la desigualdad que da origen a males sociales como el narcotráfico y la violencia que afectan, de manera especial, los países de América Latina y El Caribe.
Medina llamó a repensar la política de lucha contra la droga, señalando que se han llevado a cabo políticas mal concebidas y peor ejecutadas. Dijo que los gobiernos deben diseñar políticas adecuadas a sus circunstancias y que la decena de muertos que genera el narcotráfico no pueden ser tratados como daño colateral, ni ese problema debe ser considerado como propio de los países más afectados.
Señaló que América Latina y El Caribe es la única región donde ha aumentado la tasa de homicidios en los últimos años. Dijo que los efectos de la violencia le cuestan a la región el 14.2 por ciento para del Producto Interno Bruto.
Consideró una buena oportunidad aprovechar que el año que viene, a petición de México, Guatemala y Colombia, será la Asamblea General de las Naciones Unidas para la Droga, para enfrentar este problema. Espera que se desestime que se trata de un problema que solo afecta a algunos países
Dijo que la agenda de desarrollo para el 2015 ofrece la oportunidad de poner en el centro prioridades y enfrentar el gran enemigo del desarrollo sostenible que es la desigualdad.
La que señaló como la principal tare a pendiente en todo el mundo y Latinoamérica.
Dijo que Al, junto a Asia, es la región más ciudadanos ha incorporado a la clase media, se estima que 130 millones pasaran a este nivel social para el 2030. Pero también, junto a África, es la primera en desigualdad del mundo. La mayor parte de la riqueza está en manos del diez por ciento de la población que son los más ricos.
Dijo que se necesitan transformaciones profundas de nuestra cultura productiva y distributiva. “Necesitamos tanto de un sector productivo responsable, que garantice la generación de riquezas, como de un estado activo y eficiente en la generación de riquezas. Tenemos al menos tres niveles de desarrollo diferentes conviviendo en nuestros países. Vías distintas por donde se avanza con realidades totalmente diferente.”
Dijo que las grandes empresas generan la mayor parte de la riqueza pero solo el 20 por ciento de los empleos. Mientras que la economía informal genera el 10 por ciento de las riquezas pero el 50 por ciento de los empleos. Citó un estudio de la CEPAL que, ofrece estos datos, y califica la situación como una fábrica estructural de desigualdad.
Consideró que se necesitan grandes cambios para enderezar el rumbo y que todos avancen a la misma velocidad. “Avanzar hacia un modelo que beneficie a todos, grandes y pequeños. Que las pymes tengan buen acceso al crédito, sean más competitivas y productivas. Que sean capaces de generar no solo más empleo sino más empleo de calidad.”
Abogó porque el Estado recupere su papel como distribuidor de la riqueza y defensor de los ciudadanos. Dijo que durante la llamada década perdida, la de los 80, la pobreza aumentó y en esto contribuyeron las políticas de austeridad que llevaron a cabo los gobiernos. Lo que, además, hizo que la recuperación fuera más lenta. Dijo que la recuperación empezó en los 90 y se evidenció al entrar la década del dos mil. Señaló que las políticas sociales son un complemento frente a la desigualdad y que, por eso, es necesario hacer caminar las políticas sociales y económicas de la mano.
Dijo que los jóvenes de hoy tienen más años de escolaridad que ninguna otra generación en la historia de la humanidad y que, sin embargo, enfrentan un mayor índice de desempleo.
Reconoció que la comunidad internacional ha logrado grandes avances y que este ha sido un año con aspectos positivos, como el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos. Estimó que pronto las diferencias entre ambos países quedarán relegadas a los libros de historia. Saludó también el compromiso que asumieron este año las grandes potencias industrializadas frente a los desafíos el cambio climático. “Las naciones más industrializadas han dado el paso al frente para enfrentar el cambio climático con decisión.”
Abogó porque la comunidad internacional tenga una agenda clara y un rumbo común que, a su entender, es la única forma de avanzar a alta velocidad.
El discurso del presidente Medina fue bien recibido por la asamblea que le otorgó un aplauso prolongado.
En el área reservada para la delegación dominicana, se pudo observar a la primera dama, Cándida Montilla de medina, mientras sonreía y aplaudía tras el discurso. También acompañó al presidente el canciller Andrés Navarro.
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