“Magistrado, yo no quiero que mi esposo caiga preso, porque lo necesito para que me mantenga los niños; si él está preso, él no me puede ayudar”, fueron las declaraciones a ruego, ayer, por Solange Gómez Tejada, quien se querelló en contra de su expareja por una supuesta violación sexual.
Gómez Tejada, al ser escuchada como víctima por el juez del Juzgado de Atención Permanente, imploró que Aneudy Cupete Cabrera, de 22 años de edad, su expareja, fuera dejado en libertad, alegando que tiene tres hijos en edades de entre cinco meses, dos y cuatro años de edad.
El magistrado, tras escuchar las conclusiones del Ministerio Público y de la defensa del imputado, dispuso la puesta en libertad de éste, tras imponerle presentación periódica, orden de alejamiento y recibir charlas en el centro de Hombre Conductual.
Previo a dejarlo libre, el juez llamó a los familiares del imputado para pedirle que impidan que este viole la orden de alejamiento, ya que si se acerca a su expareja sería enviado a prisión, como ocurrió en 2013, cuando el imputado, presuntamente, la agredió.
El magistrado lamentó que el Estado no tenga un programa, como sucede en Estados Unidos, para cuando una mujer sea agredida o maltratada por su pareja o expareja sea asistida para evitar que retire la querella, bajo el alegato de que el hombre es quien sustenta económicamente a la familia.
“Yo solo fui a la fiscalía para una pensión”, dijo la mujer.
Declaró que fue a la Fiscalía para que a su exconcubino se le impusiera una pensión y una orden de alejamiento, pero que no fuera enviado preso a la cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde el Ministerio Público le solicitó prisión preventiva, como medida de coerción. “Yo no trabajo magistrado, mi niño no tiene leche, yo quiero que él me ayude con los niños, yo no quiero que él esté preso, porque lo necesito para que me lo mantenga”, indicó Gómez Tejada, quien, tras ocurrir el hecho perdió, alegadamente, su embarazo de 8 a 10 semanas, en un hecho ocurrido en el sector Cristo Rey, de la capital.
Explicó que su madre murió de cáncer y solo depende de él. A seguidas preguntó al juez: Si usted, magistrado, me lo envía a prisión, ¿quién me mantendrá a mis hijos? Por Dios, conduélase de una madre soltera y cristiana”.
Pero reconoció que siempre que Cupete Cabrera va a su casa ella tiene que llamar a una patrulla de la Policía, porque la tiene en zozobra. “Él entró a mi casa y quería estar conmigo, y yo le dije que no porque él, desde que se emborracha, quiere tener relaciones conmigo”.
De su lado, Cupete Cabrera negó en el tribunal las imputaciones presentadas en su contra, asegurando que Gómez Tejada no perdió el embarazo, sino que, por el contrario, “ella se practicó un aborto”.
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