A medida que se acerca el 16 de agosto, fecha en que los cabildos del país deben reestructurar las direcciones de sus Salas Capitulares, el pugilato por presidir este órgano fiscalizador en el Ayuntamiento Municipal de Santa Cruz de El Seibo se agudiza.
Y es que de nueve (09) regidores que conforman este cabildo, cinco (05) de ellos han expresado tanto abiertamente como tras bastidores, el interés de presidir la sala desde el 16 de agosto 2017 al 16 de agosto del 2018.
Los ediles Chú Avila, Irenes Martínez, y Sigfrido Escorbores todos de la bancada del PRM han expresado abiertamente sus intensiones de llegar al puesto, mientras que el actual presidente del órgano Pablo (Luis) Chalas, busca la reelección en la presidencia; Rafa de La Cruz regidor por la alianza PRM-PRSC y quien corrió por la candidatura a la referida posición el año pasado, también busca la simpatía de sus colegas para presidir el cabildo este año, aunque su aspiración todavía no ha sido expresada de manera pública, sin embargo, ACTUALIDAD SEIBANA conoce de la certeza de la misma.
En el Ayuntamiento de El Seibo, aún no se evidencia si es de importancia cumplir con la famosa "REGLA DE ORO" de los partidos políticos, la cual en síntesis expresa que la Sala Capitular debe ser presidida por un/a regidor/a de la misma bancada del alcalde o alcaldesa, ya que decisiones como esas aparentemente importan un bledo en esta jurisdicción territorial y decisiones nacionales como a la que nos referimos le son intrascendentes al Alcalde Municipal de El Seibo.
De su lado, la bancada de regidores del PLD y aliados en El Seibo "con la excepción de Juanela Guzman marginada totalmente por el Alcalde Valera y No defendida por sus colegas regidores, nisiquiera por los de su propio partido PLD", pareciesen sentirse cómodos haciendo la de taburete (sirviendo de asiento aunque incomodo por su mal confección pero le permiten descansar) al Alcalde Reynaldo Valera, y de vías de conductos a los regidores del PRM los cuales contar de contar con una migaja o mínima tajada de un pastel que no pertenece ni al uno ni a los otros; sino al pueblo, silencian lo in-silente, defienden lo indefendible y abordan lo inabordable.
Pero, ¿qué habríamos de esperar de una Sala Capitular que nisiquiera tiene la capacidad de bien fundamentar un expediente para cancelar un empleado del cabildo que fiscaliza?
Por: Jochy Hernández.
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