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A pesar de haberle sucedido posteriormente otros
acontecimientos similares, la NASA y el mundo aún recuerdan clara y tristemente
aquel 28 de enero de 1986, cuando apenas un minuto más trece segundos luego de
su despegue, el Transbordador Challenger
explotó en el aire, acabando con la vida de siete (07) mentes de las más
brillantes del planeta, además del intenso trabajo, estudio científico y una
inversión mega millonaria de dólares que se echaron a perder en una milésima de
segundo, y en adición a todo ello, la captación global de la atención de todo
habitante del planeta tierra; ese acontecimiento marcó la vida de nuestra
generación para siempre, sobre todo, luego de concluida las experticias e
investigación científica de lo que causó el funesto acontecimiento, que en
síntesis, concluyó en que una junta tórica, sí, una junta tórica que costaba
alrededor de 14 dólares, fuera la responsable del desenlace.
Aveces sucede así, una nimiedad, algo de poco precio, una
insignificancia, y hasta una bagatela, tiende a dar origen a un acontecimiento
de gran relevancia, en términos positivos o negativos, resultando en un logro
importante para el hecho que se realiza, o por el contrario, en un desastre total que desluzca el evento que se desarrolla.
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Es exactamente como concluyo que sucedió con la visita del
ex presidente Hipólito Mejía a El Seibo hace apenas diez (10) días; el efecto
que eventualmente pudiese haber causado su visita a lo interno de la
organización política que evidentemente lidera, simplemente no surgió, no
surgió efectividad ni siquiera en términos negativos, o sea, esa visita de
Hipólito Mejía a las bases del PRM en El Seibo no causó absolutamente ni frío
ni calor, resultó ser insípida e inodora, fue como la frase sonora de aquel
afamado comediante y actor de origen mexicano Eugenio Derbez, “Nadie Sabe ,
Nadie Supo” a que vino Hipólito Mejía a El Seibo el pasado día 19 del mes en
curso, pero ¿por qué?, ¿por qué la visita de una de las figuras políticas más
importante del país no causó efecto
alguno en esta ciudad?, ¿Cómo puede suceder algo como eso?, simple, una
nimiedad, una bagatela, una simple insignificancia abortó la simpatía y
conquista política que allí pudo generarse fruto de la visita del ex
mandatario, como lo sucedido con el Challenger, algo muy barato echó a perder
una inversión extremadamente costosa, y una exploración científica
majestuosamente prometedora.
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Desprotocolarizar un evento es como introducir un verbo
discordante en el texto que se escribe, simplemente rompe el sintagma que pudo
ser perfecto en el mismo, es poner una pieza de bajo presupuesto y poca calidad
a un instrumento costoso y de gran envergadura, es simplemente un error que
resultará, sin dudas, en desastre; eso fue, fue un desastre lo ocurrido en el
evento realizado para recibir la visita del líder del PRM en El Seibo, el líder
estaba ahí y por lo tanto, debió procederse con respeto, cuidado, y brillantez;
siempre cuidando e importantizando la elegancia que debe tener un acto en el
que “la cabeza” esté presente. Hasta por
instinto humano – natural, ante la amenaza de que algo funesto pueda acontecer,
el ser humano lo primero que cuida es su cabeza, elemental, cualquiera puede
vivir sin una pie o sin un brazo; más nadie puede hacerlo sin la cabeza, y la
cabeza del PRM nacional estaba ahí: Hipólito Mejía, y la cabeza local del PRM
estaba ahí: Santiago José Zorrilla, cabezas que la dirección del PRM en El
Seibo, o los organizadores del referido evento, evidentemente no cuidan ni
protegen.
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Aconteció que en el encuentro que se pautó para la fecha anteriormente
señalada, y en el que se suponía lo que no sé y nadie sabe, resultó en ser,
nada más y nada menos, que un meeting en el que Hipólito Mejía se trasladó
desde la capital a El Seibo, a escuchar los chismes baratos y de mal gusto;
además de fuera de lugar y tiempo, que envuelven a los PRM-istas de esta
ciudad, valla!, que interesante acontecimiento; Mejía vino a palpar de primera
mano, que el PRM como organización y estructura política que gobierna la
principalía de las funciones de elección en El Seibo, no tienen control ni
manejan a los funcionarios que ellos mismos posicionaron en tales funciones
públicas, muy especialmente, los referentes a la municipalidad; evidente!,
¿no?, sí, apenas días atrás, el Director del Distrito Municipal de Vicentillo:
Santos Laureano, alcalde por el PRM, pasó a formar filas del Partido
Revolucionario Dominicano PRD, expositivamente infiero entonces, que el partido
como tal está desligado de sus miembros que ejercen funciones públicas.
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Más, respecto al evento cuyo desorden hoy ocupa mi artículo,
no es como dicen por ahí que “nadie puede dar lo que no tiene” lo cual es
totalmente cierto, solo que en el caso de la especie, a nadie se le ha exigido
dar lo que no posee; sino de supervisar lo que se debe y encarar responsabilidades,
he aludido las credenciales de la persona que al igual que la junta tórica del
Challenger se agrietó y ocasionó el desastre, solo porque también he eludido; y
controversialmente cuidado, que contra ese honesto ciudadano y miembro del PRM
se origine una cacería de brujas, ya que todos conocemos del adagio que reza
que “la soga siempre se corta por lo más fino”, esa junta tórica que resultó en
la explosión del Challenger no hizo un mal trabajo ni desarrolló una función
deficiente; solo realizó la función exacta para la que fue creada, esa no era
la pieza indicada para ese tipo de transbordador; quien originó el
acontecimiento que resultó en que se desvirtuara el encuentro con Hipólito
Mejía en El Seibo, no hizo lo incorrecto ni actuó deficientemente, solo que no
debía estar ahí, no era la pieza adecuada para tal aparato organizativo, no
estaba a la altura del evento y por ello, nadie resultó beneficiado de la
visita del líder del PRM.
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¿Quién ganó con la referida visita de Hipólito a El Seibo?,
internamente nadie, todos son victimas y extrañamente, a la vez victimarios del
asesinato a lo que pudo ser un nacimiento de masas y simpatía, no solo al PRM,
sino específicamente al Proyecto H20 en ese evento. Ahora todos son victimas,
Hipólito quedó mal en ese encuentro (el líder avergonzado), Santiago quedó muy
mal en ese encuentro (el líder local frente al líder absoluto delegó
responsabilidades en personas no preparadas), Jean Luis quedó severamente mal
en ese encuentro (por la muestra de interés en acribillar a Reynaldo para
imponer su candidato), y Reynaldo fue quien quedó menos mal en el encuentro
(por haber sido victimizado), pero quedó mal, Cheo Suarez quedó hiper mal (Es
el presidente del Partido Revolucionario Moderno aquí), todos son victimas.
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Y Yo pregunto, ¿Quién rayos se benefició del bendito
encuentro con Hipólito Mejía en El Seibo?, simple, El PLD y el PRD, o sea,
Kenia – Gerardo, Maldonado, respectivamente. ¿Quienes fueron los culpables o
victimarios de lo allí acontecido?, simple, Hipólito, Santiago, Jean Luis y
Reynaldo, además de Cheo Suarez, ¿por qué?, simple, por no hacer lo que debían
hacer, observar el protocolo. Y en esta última parte, la mayor responsabilidad
cae sobre mi apreciado amigo el Ing. Cheo Suarez, sí, Cheo es el presidente del
PRM en El Seibo, aún habiéndose creado una comisión organizadora para ese
encuentro, supongo, aún así, la jurisdicción que le otorga su jerarquía
dentro del PRM local es tan amplia, que inclusive tiene la facultad de
supervisar y hasta disipar una comisión que entienda no es lo suficientemente
integral para un objeto específico que se le haya asignado, en este caso, la
visita de su líder.
Jamás afirmaré que la referida junta tórica, al igual que la
persona que discursando desvirtuó el encuentro del PRM, no sirven, claro que no
afirmaré eso, ambas, la junta y el discursante son importantes y adecuados para
la labor que fueron diseñados y adiestrados; no para lo que les quede grande o,
a una altura superior para con su diseño.
Amigos del PRM, cuando se construye un aparato costoso,
sofisticado y de gran presupuesto, al igual que cuando se organiza un evento
que ha de contar con la presencia del apóstol, el líder, la cabeza; simplemente no existe espacio para los errores.
Amigo Santiago José Zorrilla, nuestro senador, ah!, el
senador de todos, espero que usted entienda que está bordeado por mucha gente
de mentalidad competitiva, pero cuerpo no preparado, o sea, tienen el animo, el
ímpetu y el deseo de entrar al estadio y golear mejor que Maradona o el gran
Lionel Messi; solo que al no tener el cuerpo entrenado y preparado para ello,
evidentemente al primer golazo que intenten, puede que sean ellos mismos los
que se fracturarán el cuerpo, en otras palabras apreciado senador, prepare sus
tropas para que no se repitan escenas como esas.
Por: Jochy Hernández.
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