24 Abril 2022, El Seibo RD.
Cuando una persona de valoración social conspicua se incorpora a un gremio, equipo, o un suborganismo disidente de una práctica o accionar político, de inmediato la sociedad empieza a autocuestionarse sobre qué está pasando en esa organización o institución matriz de la que se desaviene la referida persona.
Para no caer en repeticiones estériles, me limito a recordar que la situación por la que viene atravesando la Alcaldía Municipal de El Seibo ya ha sido considerada como de ingovernabilidad por sectores y personalidades importantes del estado dominicano y la propia sociedad civil de nuestra Ciudad Santa Cruz. Sin embargo, me permito puntualizar ciertos detalles, a modo de admonición - claro está, con el objetivo de dar a conocer a mis seguidores de noticias y fans.
En un ambiente de normalidad institucional, tanto El Alcalde, como primera persona en jerarquía, La Vicealcaldesa, segunda autoridad jerárquica en el espectro ejecutivo del cabildo; y el cuerpo de Regidores, primera y única autoridad jerárquica en el espectro de fiscalización del susodicho organismo municipal, se presentan cada año, tal y como señala la ley, para presentar al pueblo que lo eligió y al que no lo eligió también y con el mismo derecho, las ejecutorias y acciones realizadas durante todo un año, reitero, lo normal es que todos vayan vestidos de blanco; como ya sabemos, no fue así como aconteció el pasado 24 de Abril 2022 cuando expectamos la Rendición de Cuentas del Ayuntamiento Municipal de El Seibo, relativa al año de ejecución 2021.
De nueve ediles que conforman la Sala Capitular y/o el Consejo Edilicio de nuestro cabildo, solo cuatro (04) fueron vestidos de blanco como suponemos debieron vestir todos; cinco (05) de ellos fueron vestidos de negro, como una muestra de discrepancia, diferencia, divergir, disonar, diferir y desavenencia con la manera y trato que le viene propiciando el ejecutivo municipal, El Alcalde, Leo Francis Zorrilla Ramos, y en adición a él, sus adlateres igualados que laboran para él pero que les pagamos todos en el pueblo.
La actitud de los cinco, a la que tienen total, pleno y sagrado derecho, no nos sorprendió mucho, dada las circunstancias previstas en torno al cabildo; lo que sí captó mi atención total es que La Vicealcaldesa, la segunda al mando del Poder Ejecutivo de ese Ayuntamiento en específico, también fuera vestida de negro. Me sorprende porque lo que se espera es que ante una divergencia entre el Alcalde y Los Regidores, por obviedades sobradas, La Vicealcaldesa y El Alcalde estén a una, compactos, homogeneizados en criterios y estrategias; pero aquí no se dio ni se da así.
Recientemente hemos recibido en la Sala de Redacción de www.actualidadseibana.net un comunicado en audiovisual de La Vicealcaldesa de El Seibo, Doctora Ines Dilenia Constanzo, en el cual ella alude que Zorrilla Ramos, El Alcalde, ha inferido sobre su persona epítetos y señalamientos indecorosos, de irrespeto y denigrantes, y de acuerdo a indagaciones nuestras que nos llevan a elaborar una valoración muy singular con respecto a las expresiones del Alcalde sobre la Vicealcaldesa, valoración ésa que consideramos exhibe un vocabulario descortés, sexista y fuera de lugar para referirse a una dama de carrera y (moral política específicamente) quizá muy superpuesta a la suya y las de sus rémoras.
En el comunicado referido, La Vicealcaldesa de El Seibo solicita a las autoridades del Partido Revolucionario Moderno PRM, organización política por la cual Leo Francis Zorrilla Ramos participó como candidato a Alcalde Municipal de El Seibo y salió victorioso, a intervenir en el conflicto, buscando como objeto la tranquilidad del pueblo y el sosiego a los servidores públicos que laboran en esa institución.
Por ello, Dilenia Constanzo hace extensiva su preocupación a dirigentes de la incidencia de: Santiago Zorrilla, Roberto Rodriguez, Irene Martinez, Cheo Suarez, y otros, a inmiscuirse en el asunto y buscarle solución a la brevedad posible para que el pueblo y la municipalidad local gocen de un ambiente de paz y armonía, como lo merece y anhela la sociedad seibana.
Por: Jochy Hernández
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