lunes, 26 de septiembre de 2022

"Justo cuando más lo necesitan" Como Un Ángel Deciende del Cielo en San Francisco-Vicentillo

 

Un Distrito Municipal destrozado cuasi a plenitud es la realidad que hoy viven los habitantes del Distrito Municipal San Francisco-Vicentillo en el municipio de El Seibo, donde los efectos causados por el Huracán Fiona arrazaron con to'.


Allí, la producción agrícola es la sustentante de cientos y cientos de familias, las cuales hoy exhiben las miradas cubiertas de incertidumbres, al observar sus cunucos, cultivos y sembradíos simplemente desaparecidos.


El cacao, rubro de mayor cultivo en la zona, se acabó - se fue a pique, es la expresión común de los hombres y mujeres del lugar, "el Huracán destruyó la producción de aguacates, mangos, limoncillos, zapotes, naranjas, todo, todo lo acabó" expresaron, incluso entre lágrimas, varios residentes del lugar ante nuestras cámaras.


"Pero Dios no le falta a nadie" rezan algunos. Este domingo, una importante ayuda proveniente del sector privado que se acuña de la filantropía, cayó como un ángel del cielo, trayendo la esperanza a los sanvicentillenses de que todavía se puede creer en la humanidad.


El empresario conocido popularmente como Freddy, propietario de la cadena de gimnasios FREDDY FITNESS de Santo Domingo, él, junto a amigos y colaboradores suyos a quienes tocó la puerta y éstos le respondieron afirmativamente, arribaron a la comunidad de Vicentillo con camiones y pick ups repletos de alimentos, utilerias del hogar como camas, almohadas, corchas y muchísimas cosas más de uso continuo y necesario para hogares y familias que en definitiva se habían  quedado sin nada tras el paso de Fiona.


A la parroquia del lugar, también llegaron juguetes, agua mineral, alimentos cocidos y crudos, entre otros artículos de la canasta familiar, lo que les cayó como un ángel a esta gente.


Cientos de sanvicentillenses se aglomeraron en derredor del templo católico de allí, donde también el equipo de colaboradores y voluntarios que acompañó a Freddy, mostraba su gran satisfacción, aquella que sólo se puede sentir al ser y actuar de manera solidaria, altruista, desinteresada y filantrópica en la vida.


Mario, el padre Mario, como se conoce al sacerdote Cura - Párroco del lugar, se responsabilizó de encargarse de la distribución de la importante y mayúscula donación del referido empresario y sus amigos, asegurando que la misma ha de llegar a quienes de cierto la necesitan; mientras, la comunidad colaboraba con la descarga de la donación.


En horabuena, de mi parte solo queda expresar que fue un gran e inmenso placer conocer a ese homre, a Freddy, y decirle que ya no quedan muchos como él, esa raza está en el más elevado nivel de extinción en nuestro país. May God bless him and all his family and friends. 


Por: Jochy Hernández

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